
Más allá del uniforme: scouts y masones, una trayectoria compartida
Más allá del uniforme
«Scouts y masones, una trayectoria compartida»
Aportado por Mowgli

Dos caminos que se cruzan
Hay un momento en la vida del scout en el que decides dar el paso de comprometerte contigo mismo y con tu sociedad de una manera consciente y voluntaria. Es un momento único que precisa de un contexto tan especial como tu grupo scout. En ese momento, te detienes, miras al horizonte y pronuncias tu promesa. Lo haces bajo el cielo abierto, tal vez junto a un fuego, rodeado de otros scouts que te acompañan en la aventura de crecer. En mi caso, además, mis inquietudes personales me llevaron, muchos años después, a entrar por primera vez en el templo masónico. Guarda silencio, respira hondo y se adentra en otro viaje iniciático. En ambos casos, se dio un antes y un después.
¿Qué ocurre cuando esos dos mundos se encuentran? ¿Qué relación simbólica, ética o vital existe entre haber sido scout y ser masón? ¿Qué queda de aquel niño, en el adulto que busca la luz? ¿Cómo resuena la masonería en quienes un día acamparon bajo las estrellas?
Este artículo exploramos esa confluencia. Porque más allá del uniforme, scouts y masones comparten algo más que un camino formativo: comparten una manera de mirar el mundo.
Un legado común: valores que perduran
No es casual que muchos masones hayan sido scouts. Ni que muchos scouts —ya adultos— acaben sintiéndose atraídos por la masonería. Ambos caminos comparten un lenguaje ético: la fidelidad a la palabra dada, el respeto al otro, la búsqueda interior y el deseo de servir.
En el Gran Juego del Escultismo, todo comienza con una promesa: “Ayudaré a los demás en toda circunstancia”. En la masonería, esa misma promesa toma otra forma: el compromiso con la humanidad y con uno mismo. En ambos casos, la palabra empeñada no es retórica: es acto fundacional. El scout y el masón viven su camino como un deber libremente aceptado.
La noción de hermandad también los une. El scout aprende a vivir en patrulla, a confiar en su grupo, a pensar en comunidad. El masón trabaja en logia, donde cada uno tiene su lugar simbólico y operativo. La obediencia no es sumisión, sino cooperación. El liderazgo no es autoridad, sino servicio. En ese terreno común se reconocen.

”Hay un momento en la vida del scout en el que decides dar el paso de comprometerte contigo mismo y con tu sociedad de una manera consciente y voluntaria.”


Trayectorias paralelas: valores compartidos entre scouts y masones
Uno de los casos más documentados es el de Gabriel Palma, miembro de la masonería argentina y antiguo scout, quien en una entrevista declaró:
“Viendo la cantidad de miembros Scouts que pertenecen a nuestra Augusta Orden Masónica, nos sentimos en la necesidad de fundar una logia en la cual gran cantidad de nuestros miembros son scouts.”
— LM Neuquén
Este tipo de testimonio muestra no solo afinidades personales, sino también la necesidad de reconocer un linaje ético común, que parte de la juventud y se proyecta en el compromiso adulto.
También lo subraya el libro Jóvenes scouts y francmasones adultos (Pon & Mohedano, 2010), que reúne experiencias de quienes vivieron ambos mundos como etapas naturales de una misma formación ética y espiritual. El escultismo como germen de un itinerario más profundo: el de la mejora personal sostenida en el tiempo.
Del campamento al templo: una misma brújula
El paso de un espacio al otro no es automático. La inmensa mayoría de los antiguos scouts no se acercan jamás a la masonería. Otros lo hacen por caminos indirectos: compromiso social, búsqueda espiritual, afinidad simbólica. Pero cuando el vínculo se da, suele ser profundo. Hay una resonancia entre ambos mundos que facilita el tránsito.
No hay una “puerta oficial” que conecte escultismo y masonería. No se trata de eso, pero existen, pero sí hay senderos no señalados, semillas que se siembran y que brotan en el momento adecuado. Hay puentes invisibles que conectan dos mundos completamente separados, pero que caminan paralelos en dos momentos vitales diferentes de la persona. En un lugar está presente la educación por la acción; en otro, la mejora individual partiendo del trabajo personal, la formación del carácter, la vivencia de lo simbólico, la conciencia de pertenecer a algo más grande. Son, con toda claridad, etapas sucesivas de una misma peregrinación interior.
Lo importante no es institucionalizar el vínculo —de hecho, es clave no hacerlo—, pero debemos reconocer el valor de una continuidad ética: la que nace en la infancia, madura en la vida adulta, y persiste como orientación moral. Y en ocasiones, esa brújula tiene forma de

Lo que uno ha decidido ser
Esta promesa, pronunciada en la niñez por millones de jóvenes, contiene un germen de compromiso vital. Desde luego que ser scout no implica en modo alguno llegar a la masonería en la vida adulta, como ser masón no exige haber sido scout; sin embargo, cuando ambas experiencias se cruzan en una misma línea vital, encontramos sin duda una luz especial y muy reconocible: la de quien ha crecido con un ideal y ha decidido no traicionarlo.
En tiempos de inmediatez y ruido, recordar estos caminos lentos —hechos de silencio, esfuerzo, compañerismo— es también un acto de resistencia. Y de esperanza.
Porque más allá del uniforme, más allá del mandil, lo que importa es lo que uno ha decidido ser.
Y seguir siendo.

”Por mi honor, prometo hacer todo lo posible para cumplir con mis deberes para con Dios o mi conciencia y mi País, ayudar siempre a los demás y obedecer la Ley Scout.”

Bibliografía
ASDE – Scouts de España. Materiales educativos y metodológicos del escultismo en España.
Disponible en: https://scout.es/descargapublicaciones
→ Documentación oficial de la Asociación de Scouts de España (ASDE), referente en la pedagogía scout a nivel nacional.Baden-Powell, Robert. Escultismo para muchachos. Manual de educación en la ciudadanía mediante la vida al aire libre.
→ Obra fundacional del movimiento scout, en la que se recoge el ideario original de Baden-Powell, incluyendo aspectos simbólicos, éticos y metodológicos.Pont, Joan-Francesc y Mohedano, Fabián. Jóvenes scouts y francmasones adultos.
Barcelona: Editorial Clavell, 2010. ISBN: 978-84-89841-81-9
→ Estudio pionero en lengua española sobre los vínculos históricos, simbólicos y éticos entre el escultismo y la masonería.
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