La fraternidad universal es una idea central y motivadora dentro de la masonería. Se entiende como la creencia en la unidad y hermandad de toda la humanidad, más allá de diferencias de origen, raza, religión o condición social. La masonería promueve la idea de que todos los seres humanos son iguales en dignidad y merecen respeto y consideración mutua.

La fraternidad universal se basa en la creencia de que, a pesar de nuestras diferencias individuales, todos estamos conectados como parte de una sola familia humana. La masonería busca fomentar la solidaridad, el entendimiento y la cooperación entre las personas, superando las barreras que separan a los seres humanos y promoviendo la paz y la armonía en la sociedad.

Dentro de la logia masónica, la fraternidad universal se manifiesta a través del trato igualitario y respetuoso entre los masones. La logia se convierte en un espacio donde las diferencias se dejan a un lado y se busca la unidad en la diversidad. Los masones se consideran hermanos y se comprometen a apoyarse mutuamente, tanto dentro como fuera de la logia.

La fraternidad universal también implica una responsabilidad hacia la sociedad en general. Los masones se esfuerzan por ser ciudadanos activos y responsables, contribuyendo al bienestar común y promoviendo los valores de justicia, libertad y tolerancia. La masonería se compromete a trabajar por el progreso de la humanidad, luchando contra la ignorancia, la opresión y la injusticia.